domingo, 28 de febrero de 2010

Frase del dia


" La felicidad es como una mariposa, que cuando se la persigue siempre esta afuera de nuestro alcance, pero si te sientas silenciosamente, puede reposarse en tí... "
Nathaniel Hawthorne.

Si la amabilidad se contagiara...


Hace poco estuve en BA y viajé en taxi con un amigo. Al bajar del vehículo mi amigo agradeció al chofer diciéndole "Gracias por el viaje, condujo de maravilla" por unos instantes, el taxista quedó atónito y luego replicó " Le gusta pasarse de vivo eh? " No mi estimado , dijo mi amigo y no estoy tomándole el pelo, admiro de la manera en que conserva la calma en medio del trafico más intenso... " si si sí " respondió el chofery se marchó....
A qué vino eso? le pregunté, " estoy intentando de dar un poco mas de amor al prójimo" explicó mi amigo. " es lo único que puede redimir a la ciudad.."dijo. Pero como es posible que sólo una persona redima esta ciudad? le dije. En realidad no soy yo solo, tengo fe que en el día de hoy he hecho sentir bien a ese taxista...Supón que tiene 20 clientes más con seguridad será amables con ellos, porque alguien ya lo fue con él. Esos clientes a su vez seran más corteses con sus empleados y con gente que los rodea e incluso con su propia familia... Estas personas serán más afables que de costumbre con otras . A la larga la buena voluntad podría porpagarse al menos a un millar de personas... Eso no estaría mal verdad?
Pero estás contando con que ese taxista transmita tu buena voluntad a los demás! le dije. No , no cuento con eso... Soy consciente que el sistema no es infalible, pero quizás hoy trate a 10 personas. Si de esas 10 personas puedo contentar al menos a 3, al cabo habré influído indirectamente en las actitudes de 3000 más! .
Yo le dije " me parece magnífico, pero no creo que sea eficáz.." nada se pierde si no resulta , dijo él, No perdé tiempo en decirle que estaba haciendo bien su trabajo. Si eso llego a oídos sordos, no importa, mañana habré otro taxista a quien tratare de hacer felíz... Te estás chiflando le dije, y me respondió " esto te demuestra lo cinico que te has vuelto" Ya he realizado un estudio de esto, lo que parece faltar a nuestro empleados , aparte de mejores sueldos, es desde luego alguien que les diga que estan haciendo una buena labor... Pero si no la estan haciendo? contesté, en efecto, no realizarán bien sus trabajos porque creen que a nadie les importa lo que hacen... Por que no expresarle un poco de amabilidad.. cuesta tanto?
Caminábamos frente a un edificio en construcción y pasamos junto a 5 obreros que almorazaban, mi amigo se acercó y les dijo " esta quedando magnifico el edficio, que laburo hicieron realmente... además de ser dificil y peligroso..." los trabajadores miraron a mi amigo con una expresión poco satisfactoria y cuando pregunto en que fecha iba a estar terminada la obra , uno de ellos gruñó con pocas ganas... mi amigo aún así siguio diciéndoles lo orgullosos que deberían estar con esa ardua labor...
Nos alejamos y comenté " no he visto a nadie como vos desde que ví Forrest Gump" Cuando estos trabajadores digieran todo lo que les dije se sentirán mucho mejor... en cierto modo la ciudad se beneficiará con esa pequeña felicidad...
Pero no puedes hacerlo solo!! insistí, el me dijo que lo importante es no desanimarse, lograr que la gente vuelva a ser amable no es tarea fácil, con todos, si puedo atraer algunos a mi campaña ...
Cuando caminábamos mi amigo acababa de sonreirle a una señora, que no era ninguna belleza. Ya lo sé, dijo el, pero ponete a pensar si es maestra... sus alumnos tendrán un día fabuloso...

sábado, 20 de febrero de 2010

La vuelta al hogar ( Recuerdos )




Todo esta como entonces

La casa, la calle, el río,

Los árboles con sus hojas

¡Y las ramas con sus nidos
Todo está, nada ha cambiado,

El horizonte es el mismo;

Lo que dicen esas brisas

¡Ya otras veces me lo dicho!
Ondas, aves y murmullos

Son mis viejos conocidos,

¡Confidentes del secreto

De mis primeros suspiros!
Bajo aquel sauce que moja

Su cabellera en el río.

¡Largas horas he pasado

A solas con mis delirios!
Las hojas de esas achiras

Eran el tosco abanico

Que refrescaba mi frente

Y humedecía mis rizos.
Un viejo tronco de ceibo

Me daba sombra y abrigo,

¡Un ceibo que desgajaron

Los huracanes de estío!
Piadosa una enredadera

De perfumados racimos,

¡Lo adornaba con sus flores

De pétalos amarillos!
El ceibo estaba orgulloso

Con su brillante atavío;

¡Era un collar de topacios

Ceñido al cuello de un indio!
Todos aquí me confiaban

Sus penas y sus delirios;

Con sus suspiros las hojas,

Con sus murmullos el río.
¡Qué triste estaba la tarde

Las última vez que nos vimos!

Tan sólo cantaba un ave

En el ramaje florido.
Era un zorzal que entonaba

Sus más dulcísimos himnos,

¡Pobre zorzal que venía

A despedir a un amigo!
Era el cantor de las selvas,

La imagen de mi destino,

Viajero de los espacios,

¡Siempre amante y fugitivo!
“¡Adiós!“ parecían decirme

Sus melancólicos trinos;

“Adiós, hermano en los sueños!

¡Adiós, inocente niño!“
Yo estaba triste, muy triste!

El cielo oscuro y sombrío,

Lo juncos y las achiras

Se quejaban al oírlo.
Han pasado muchos años

Desde aquel día tristísimo;

¡Muchos sauces han tronchado

Los huracanes bravíos!.
¡Hoy vuelve el niño hecho hombre,

No ya contento y tranquilo:

Con arrugas en la frente

Y el cabello emblanquecido!

Aquella alma limpia y pura
Como un raudal cristalino

¡Es una tumba que tiene

La lobreguez del abismo!
Aquel corazón tan noble,

Tan ardoroso y altivo,

Que hallaba el mundo pequeño

A sus gigantes designios,
¡Es hoy un hueco poblado

De sombras que no hacen ruido!

¡Sombras de sueños, dispersos

Como neblina de estío!

¡Ah! Todo está como entonces:

Los sauces, el cielo, el río,

Las olas, hojas de plata

Del árbol del infinito.

Sólo el niño se ha vuelto hombre

Y el hombre tanto ha sufrido,

¡Que apenas trae en el alma

La soledad del vacío!


Olegario V. Andrade.